Métodos eléctricos

Los métodos eléctricos de prospección se basan en la detección de los efectos producidos al paso de una corriente eléctrica por el terreno. Las resistividades de las rocas dependen de gran número de factores, como el contenido en agua, tamaño de grano, porosidad, grado de cementación, etc..
Aplicaciones fundamentales
- Detección de cavidades
- Patologías de edificios (humedades, nivel deslizamiento)
- Hidrogeología (detección del nivel freático, estudios hidrogeológicos)
- Medio ambiente (contaminación de suelos y acuíferos, control de vertederos, detección de intrusión de agua salada en acuíferos costeros)
- Litologías y fallas
- Recursos minerales (metálicos y no metálicos)
- Deslizamiento de laderas
- Detección de tuberías
1. Tomografía Eléctrica
Es el método eléctrico más utilizado para la caracterización del terreno con aplicaciones en geotecnia, geología, ingeniería, medio ambiente, minería, etc. Destaca por el gran volumen de datos que se obtienen de la distribución de resistividades del subsuelo, ya sea en secciones en 2D o 3D. La profundidad de investigación está determinada principalmente por la separación entre los electrodos y el número de electrodos utilizado, obteniéndose mayor profundidad de investigación cuanta mayor sea la distancia entre estos.
2. Sondeo eléctrico vertical – SEV
Es un tipo de medida de la resistividad aparente del terreno en 1D. Se utilizan 4 electrodos (2 de corriente y 2 de potencial), fundamentalmente con una configuración tipo Schlumberger. En este tipo de configuración los electrodos de potencial se sitúan en el centro del perfil, y los de corriente en los extremos. Los electrodos de corriente se van separando de manera simétrica de los de potencial para obtener así mayores profundidades de estudio. La principal aplicación de los SEV es la detección del nivel freático.